viernes, 23 de marzo de 2012

Prólogo de Praxis feminista de Málaga y provincia 1990-2011

PRÓLOGO

NO SE NACE MUJER: SE LLEGA A SERLO

por Antonio J. Quesada Sánchez

Profesor de Derecho Civil de la Universidad de Málaga

Ser mujer, posiblemente, es una de esas pocas cosas serias que todavía se puede ser en este mundo. Ya se sabe, además, que ser mujer, arzobispo de Manila o primera bailarina del Bolshoi son tareas que están al alcance de muy pocas personas en esta vida.

“No se nace mujer: se llega a serlo”, nos enseñó la mítica Simone de Beauvoir, tanto con “El segundo sexo” como con otras obras y con su propia vida, posiblemente su mejor obra (con permiso de mis amados mandarines). Simone, una mujer que tomó las riendas de su vida y que, además de ser una pensadora y una creadora de primer orden, nos enseñó a ser mujeres completas, personas inteligentes y dueñas de nuestras vidas sin necesidad de desarrollarnos gracias a tenerle la comida calentita al tarado de turno, las zapatillas en su sitio, la casa limpia o las cervezas frescas para los días de fútbol europeo. Algún machista con sentido del humor hubiese podido describir a Simone como una mujer “con dos cojones”, y debajo de la poco presentable terminología late una importante verdad. Misterios de la lengua (viperina), que en muchos casos todavía no entiende de estas cosas de género (ahora en serio: debemos asumir el problema, para guerrear también en este frente): mientras hombres públicos y mujeres públicas no tengan la misma o parecida connotación, mientras califiquemos con respeto a alguien como un zorro pero generalmente sea otra cosa hablar de una zorra, o mientras algo muy bueno sea cojonudo y algo muy aburrido sea un coñazo, queda trabajo por hacer. Y las mujeres debemos asumir el reto: nos va la condición en ello.

Por tanto, todavía a estas alturas debemos hablar de feminismo y de ideas de género, ¡cómo no!, pues cuando no se hacen los deberes a tiempo siempre hay que recuperar en septiembre. Ojalá (“Ojalá” cantaba el gran Silvio) no fuese necesario detenernos en estas cuestiones hoy, dejando esta tarea para los historiadores, pero desgraciadamente todavía hay que estar en ello porque la desigualdad se cuela por las grietas de la sociedad y por ahí no debemos pasar, ni la desigualdad ni nosotros (además, corren malos tiempos para algunas conquistas sociales, y no se nos debe olvidar que los derechos sociales no se regalan: se conquistan).

Por otra parte, si meditamos acerca de dónde venimos, la carretera tiene sus curvas: los de siempre ya se encargaron de concebir a la mujer como el reposo del guerrero durante siglos, la mayoría de las iglesias la consideraban la encarnación del pecado para el casto y santo varón (¡ay, Eva, qué guerra les das!), y la publicidad nos recordaba una y otra vez que “la mujer es cosa de hombres”, además de adornar mil y un productos estúpidos con cuerpos de mujer en todo momento. Los concursos de belleza hurgan en la llaga de la mujer empaquetada como un objeto de consumo, algo maquillado actualmente con la existencia de concursos de belleza masculina o con el adobo cultural en ambos tipos de certámenes (resulta peor el remedio que la enfermedad: no parece pretenderse erradicar la esclavitud, sino elevar el nivel de vida de los esclavos; no me gusta). Aristóteles llegaba a considerar a la mujer un hombre incompleto, y Freud, el curandero de Viena, rascó en dicha idea, conectándola con el “hijo predilecto” que el hombre suele lucir en salva sea la parte de su anatomía (con Freud casi siempre acabamos en lo mismo…).

En conclusión, que a estas alturas de la película todavía debemos seguir reflexionando sobre este tema y actuando enérgicamente para erradicar desigualdades por cuestión de género. Aurora, autora de este trabajo que tengo el honor de acompañar con estas modestas líneas, así lo hace, y nos ofrece un sugerente estudio que nos ayudará a entendernos mejor y a trabajar por un mundo mejor. Lo centra en Málaga, sabedora de que, como pretendía Sciascia, describiendo bien Sicilia, describía el mundo. Y eso hace más útil el libro de Aurora: describiendo Sicilia o Málaga bien descrita, seguro que un neoyorquino sabrá entendernos.

Una de las mayores virtudes del trabajo es lo didáctico que resulta en todo momento: estas páginas unen teoría, extraída de los libros más sabios, a práctica, lograda a pie de obra, y eso el lector lo agradece.

Aurora: gracias. Como mujer hecha y derecha te agradezco el esfuerzo que has realizado. Y espero que no te suene a recurso literario mi consideración de mujer: creo haber ganado dicha condición por méritos de guerra, como algunos llegan al generalato.

Gracias, Aurora, por formarnos e informarnos. Por acercarnos, a mujeres y compañeros de viaje, el fuego de los dioses. Con el maestro Benedetti debo terminar, por tanto, dándote las gracias por el fuego. De mujer a mujer.

lunes, 12 de marzo de 2012

Preámbulo de Mª Luisa Balaguer Castejón al ensayo Praxis feminista de Aurora Gámez

de Mª Luisa Balaguer Callejón

Profesora de Derecho Constitucional y Periodismo de la Universidad de Málaga

La transición política en España, pese a que se considera por la mayor parte de la doctrina que tienen sus inicios en la década de los setenta, se inicia, coincidiendo con una parte del pensamiento político vigente a la sazón en Europa, en la mitad de la década de los sesenta. Los acontecimientos políticos que tienen lugar en los primeros años de esa década, repercuten en la intelectualidad alemana, francesa y americana y cristalizan en Marcuse, Sartre, y otros, con el paralelismo que hoy llamaríamos de “género”, en Friedan y Beauvoir. Aún presente la resaca de una confrontación bélica de los cuarenta, el hastío que supone ahora la invasión de Checoslovaquia, junto con la frustración de un incipiente Estado Social, que no acabada de despuntar, deriva en situaciones políticas como la de Mayo de 1968 en Francia, que hacen surgir nuevas formas de expresión artísticas y sociales, en una búsqueda de nuevos valores morales, que sustituyeran a todas aquellas viejas y obsoletas formas, insatisfactorias para la solución de los problemas cotidianos. Desmomentizar la revolución, y dar entrada a nuevos colectivos de personas que superaran la división de la sociedad de clases, traen como consecuencia el surgimiento de nuevos grupos sociales, entre los que se encuentra el feminismo, que en Francia se promueve sobre todo en un movimiento radical de cambio social, y en EE.UU. se liga además a la lucha de otros grupos sociales.

En España, por razones explicadas, estos movimientos se mantienen en la clandestinidad, lo que en absoluto significa que no existieran. Los movimientos feministas revolucionarios, se formaron en España en la década de los sesenta, y por las propias razones políticas, fueron ligados a la oposición política general al régimen, bien que en algunos casos, con organizaciones específicas y separadas de los partidos políticos clandestinos.

En este sentido, hubo desde entonces, y aún se mantiene hoy, aunque en condiciones parcialmente diferentes, una diferenciada filosofía feminista, que se podía entender de una de estas formas: la militancia feminista sctricto sensu, y la militancia feminista dentro de los partidos políticos de izquierda, que llevaba a lo que se conoce como la doble militancia, de clase y de género.

Lo que la autora intenta con su aportación, es justamente dar cuenta de la evolución del feminismo en Málaga durante unas décadas que han sido decisivas para la formación de un cuerpo de doctrina del feminismo teórico, que se realiza con una aportación institucional imprescindible, en el modelo de Estado Social que nuestra Constitución exige.

Y en ello reside el principal e importante mérito de su trabajo. En la minuciosidad de su descripción, de aquellos hechos y lugares, en los que se pudo producir esa evolución, que realizaría luego aportes importantes en el conjunto del Estado, en los 20 años que van desde 1990 a 2011, años que han sido decisivos en la configuración legal de la positivización del género en el ordenamiento jurídico constitucional español.

Desde la década de los noventa, justamente, el movimiento feminista, que había mantenido una reivindicación más o menos abstracta acerca de la igualdad entre mujeres y hombres, deriva rectamente, a un desarrollo constitucional importante, vía arts. 14 y 9.2 de la Constitución Española de 1978, en tres importantes aspectos de la igualdad de género. En primer lugar y de manera continuada en la legislación laboral, en segundo lugar y por la posición que la violencia de género ocupa en la generalidad de la sociedades, industriales o no, y en tercer lugar, lo que supone una importante originalidad en los ordenamientos jurídicos modernos, la transversalidad de las medidas y normas jurídicas, en lo que se refiere a la afectación de género.

Este libro recoge justamente el resultado de una actividad política y social, especialmente encaminada a la orientación a las mujeres de Andalucía, destacadamente de Málaga, de todas las políticas públicas de género.

Tras unas primeras páginas introductorias en el plano teórico, acerca de conceptos elementales del feminismo y de las principales corrientes de este movimiento, la autora describe y sistematiza un conjunto de muestras de actividades en las que se pone de manifiesto el nervio del movimiento feminista en la actualidad.

La autora, parte de esta Historia, se constituye en narradora de todas esas actividades y de su significación, en un escenario, que no por próximo deja de ser ya una buena parte de la Historia de la política y de la sociología de nuestro más inmediato entorno cultural. Y puesto que ella misma ha sido parte activa, su trabajo adopta un especial interés, no solo en su aspecto más teórico de la enumeración de importantes aportaciones al feminismo y a la igualdad, sino también de su significado práctico que da cuenta de la importancia que finalmente tiene cualquier actividad que redunde en la mejora de las condiciones de vida y de la felicidad que debería perseguir toda acción política que intente realizar los fines de un Estado Social y democrático de derecho.

lunes, 23 de enero de 2012

Praxis feminista en Málaga y provincia 1990-2011

Este ensayo se centra en el movimiento social feminista impulsado por las políticas de igualdad y su puesta en práctica por las asociaciones de mujeres de Málaga y provincia en el periodo de 1990 a 2011. Evalúa la formación de lideresas y el feed back positivo entre mujeres sencillas de cualquier nivel cultural y social que intervinieron en la praxis feminista. La autora del ensayo, Aurora Gámez, es protagonista y testigo del proceso y de la aplicación de las políticas de igualdad en las muestras recogidas. El objetivo principal es visibilizar el trabajo que de manera altruista realizaron las mujeres y el progreso derivado de la puesta en práctica de las políticas de Igualdad. Queda como objeto de otro ensayo el estudio de la evolución del lenguaje después de la praxis feminista en cuanto al lenguaje no sexista no violento se refiere.

Las valoraciones están documentadas con una buena muestra de actas de Asambleas, Jornadas y Encuentros. Los currículums y ponencias que se incluyen en este ensayo (recogidos in situ por Aurora Gámez) se leyeron públicamente en los actos referidos por las propias autoras. Tiene especial interés la interacción de los distintos niveles de formación de las intervinientes incluso la evolución curricular de las mismas a lo largo del muestreo (1990-2011). Más de veinte años de praxis feminista en Málaga y Provincia han dado sus frutos, no solamente en el desarrollo personal de las mujeres y niñas sino de la ciudadanía en general. Queda muchísimo por hacer pero el proceso de cambio está activado profundamente. Precisamente la conciencia de lo mucho que queda por hacer hace que me sienta responsable de transmitirlo dejando esta reflexión sobre el recorrido en veinte y un años de praxis y dispuesta a que años venideros consoliden modelos igualitarios de convivencia. Hay que estar alerta a que las medidas políticas tomadas ante la crisis existente no nos haga retroceder en derechos a las mujeres y tenga como consecuencia la subordinación del género femenino y el reforzamiento del sistema Patriarcal.

sábado, 2 de julio de 2011

INDICADORES DE GÉNERO

Si buscamos un tema en el que investigar, profundizar y/o especializarnos tenemos un inesperado CAMPO VIRGEN en las BRECHAS DE GÉNERO. ¿Qué son estas brechas de género? Al mirar los programas de cooperación al desarrollo con perspectiva de género, es decir teniendo en cuenta a las mujeres separadamente de los hombres, se nos presentan unas desigualdades importantes. Las susodichas Brechas de Género. ¿Por qué tenerlas en cuenta?, pues ya se sabe, por aquello de perseguir, quiero decir, conseguir la equidad en todo lo que nos proponemos. Nos podríamos ir lejos, a algún proyecto de desarrollo en África, en Sudamérica, en Oriente, pero no va a hacer falta de momento para entender el concepto de lo que pretendo explicar.

Cuando tenemos un número de mujeres en situación de exclusión y se divide por el número total de la población aparece un número indicador que representa la Brecha de Género. También tendríamos que cuantificar la feminización de la pobreza, e introducir los indicador de género para incluir, posteriormente en los proyectos.

Los indicadores de género son de entrada, de proceso, cuantitativos y cualitativos (percepciones, opiniones y/o modificaciones en las relaciones sociales) se incluyen con el objetivos de disminuir la brecha de género existente en una determinada comunidad en la que se desea intervenir.

Bien podríamos decir que en nuestra Málaga y su provincia existen multitud de proyectos en los que se necesitan expertos para su revisión con perspectiva de género. Esto no es tarea fácil ya que no vale en maquear aquí y allá y nombrar a la mujer incluyendo alguna actividad específica para que no se diga que no se le tiene en cuenta. Por eso digo que se necesitan expertas o expertos en el tema. Programar no es tan fácil requiere hacer un estudio previo de la situación para posteriormente incluir los indicadores de género que son los que luego van a dar como resultado una disminución de las desigualdades existentes.

Estamos hablando, ni más ni menos que de la búsqueda de nuevos modelos de desarrollo humano. Os recomiendo echar un vistazo a las páginas de Mujeres en Zona de Conflicto, http://www.mzc.org.es/genero8pobreza0/inicio.htm , una asociación de mujeres y hombres que tienen muy claro que el progreso no es posible sin tener en cuenta a las mujeres.

Un saludo,

Aurora Gámez

lunes, 14 de marzo de 2011

JUANA CASTRO

“Gloria y loor a Ella,
a su útero vivo de pistilos,
a su orquídea feraz y a su cintura”

Innana De Narcisia, 1986


Magnífica, magistral como reza el título del Ciclo inaugural de la Sede del Centro Andaluz de las Letras en Málaga. Juana Castro es poeta referente en la Literatura Española Contemporánea. Su antología Heredad ha salido a la venta en edición cuidada por la Fundación José Manuel Lara. El prólogo de Olvido García Valdés “Lo Que dice Dafne” es además de un estudio cuidadoso de la obra de Juana Castro, un apasionante desgranaje de ideas, poemas y palabras que sugieren e invitan al conocimiento de la Antología. Juana Castro abrió el recital con el poema Como flores de escarcha desgranando su identidad: …/Era un hilo de luz/…/Y la llamaron Juana/… Y si alguna vez/ la acuchillada linde/ de su amor me abre el cuerpo/ encontrarán un árbol con antiguas cortezas: / un arce o un olivo, chorreando, / como un mar verdecido / su fresca clorofila por el aire”.
La Antología poética Heredad emociona a quienes se acercan a su lectura, mantiene la intensidad expresiva en todo momento. Las palabras de Juana Castro se posan en el intelecto y conmueven desde lo más profundo. Universaliza sentimientos íntimos sin dejar de lado sus ideas de transformación y cambio, como he dicho, ¡referente y loable es Juana Castro por cantar y contar con voz propia magistralmente!
“Gloria y loor a Ella,/ a su útero vivo de pistilos,/ a su orquídea feraz y a su cintura”.
Ayer tarde quedó para la memoria histórica y Cultural de las letras Andaluzas, Juana Castro recitó magistralmente, mirando cara a cara a las personas presentes en el acto. Desnudó el alma ante la expectante mirada de un grupo de personas que apreciaron su obra poética, el arte de contar con las palabras exactas, el sonido perfecto, la idea precisa. Juana Castro, poeta amiga ¡gracias por tu poesía!
Para mi dicha, tengo una dedicatoria en un ejemplar de Heredad, seguido de Cartas de enero:
“Para Aurora, Encantada yo de su encantamiento. Con cariño de Juana Castro”.
Aurora Gámez Enríquez,
Presidenta de la Asociación de Mujeres por la Literatura y las Artes, ALAS
Málaga, 5 de mayo de 2010

miércoles, 14 de julio de 2010

Libertad individual y tiempo

“La vida humana es sólo tiempo”


Quisiera invitarles a reflexionar sobre el tiempo, sobre la disposición y el uso de éste por las personas. ¿Cómo usamos nuestro tiempo? ¿En qué tareas? Como es habitual en mí les plantearé el uso y disfrute del tiempo de hombres y mujeres desde el punto de vista de género. Para ello utilizaré la definición de tiempo de J. Beriánin que nos distingue entre tiempo cuantitativo y tiempo social o cualitativo, nos dice: “ El tiempo social cualitativo no es infinitamente divisible como lo es el tiempo métrico. Las unidades sociotemporales que computan la eucaristía, un concierto, una representación teatral, un mitin político o un atraco a mano armada, no pueden ser divididas infinitamente ya que perderían su significado, su valor. El tiempo instituido como cualitativo es el tiempo de la significación”.

Desde una óptica de género, acerca de la utilización del tiempo de hombres y mujeres a lo largo de la historia, se observa que han sido y siguen siendo diferentes. En los estudios de Mª Jesús Izquierdo, define el tiempo de las mujeres de carácter continuo, en la medida que los días y las horas se repiten a sí mismos, prácticamente no se establecen diferencias entre laborables o festivos y también es difícil discernir entre trabajo y ocio. Concluye, el tiempo de las mujeres no se vende, aunque si se utiliza, pero no se intercambia como mercancía. Cuando el uso del tiempo responde a un modelo en el que el tiempo se vende a cambio de un salario o de dinero, es un tiempo en el que el trabajo y el ocio están claramente limitados, es de carácter discontinuo.
Otra característica distintiva entre el uso del tiempo cuantitativo (habitualmente rol masculino) y cualitativo (habitualmente rol femenino) es que el tiempo cualitativo tiene carácter heterónomo, es decir, se organiza en función de las necesidades del resto de la familia, el cuantitativo, es de carácter autónomo, es la persona la que organiza su propio tiempo.
Si tomamos en consideración algunos aspectos que recogen el “Atlas Akal” del estado de la mujer en el mundo, se señala que, en torno al 36 % del trabajo remunerado está hecho por mujeres y, como media, el 90 % de trabajadores a tiempo parcial eran mujeres a mediados de los 90.
Con la progresiva incorporación de la mujer al mundo laboral, ésta ha abordado el concepto de tiempo autónomo encontrándose con la dificultad de tener que llevar adelante los dos tiempos, tiempo y espacio asignado a los hombres y tiempo y espacio asignado a las mujeres por tradición e historia. Cómo solucionar proporcionando modelos equitativos, prácticos y solidarios. Aquí voy a introducir el concepto de conciliación de la vida familiar o privada y la vida profesional. Conciliar es hacer compatibles dos espacios o esferas, interconectarlos aunque aparentemente sean opuestos. El reparto de responsabilidades domésticas (tiempo cualitativo o social), pretende que las mujeres que tienen que trabajar fuera del hogar no sufran dobles jornadas o triples, como es el caso de mujeres rurales, y permiten que también los hombres disfruten y se beneficien de las relaciones familiares y de los afectos que tienen lugar en el hogar. Este proceso de conciliación, también exige y demanda la corresponsabilidad, no sólo de la pareja, sino también de las personas, hombres y mujeres que trabajan en las organizaciones. Es decir, es un proceso de transformación de la sociedad, responsabilidad de todas y de todos.
La conciliación vida familiar-vida profesional, apuesta por conseguir que hombres y mujeres no limiten su proyecto de vida, sus horizontes temporales a los papeles tradicionales asignados por la sociedad; a desarrollar su vida según un guión escrito de antemano, sino que puedan desarrollarse profesional y sentimentalmente, atendiendo a todas las facetas que hombres y mujeres poseen.
Otro concepto importante a tener en cuenta en esta reflexión es la separación de privado-público que se mantiene en la actualidad reproducida por la división sexual del trabajo. Como nos dice Ana Rubio, profesora titular de Filosofía del Derecho y Filosofía política de la Universidad de Granada, en la ponencia “Necesidades y tiempos: una nueva ciudadanía”. Las sociedad asigna valor a la fuerza física, y niega relevancia social, política y económica al cuidado y reproducción de la vida humana”. Y analiza: “Socialmente se ha mantenido el miedo y la violencia como estructuradores del poder social (Hobbes y Maquiavelo), y no el derecho a la vida y a su protección como eje esencial de la cultura jurídico-política moderna. La naturaleza y el carácter del poder del Estado genera, relaciones entre sujetos de dominio y subordinación, no relaciones igualitarias y libres, en el marco del poder político y social. Si la vida y su cuidado el fundamento y el fin del Derecho y del Estado, la representación simbólica del individuo no es el trabajador consumidor, sino el individuo que asume en primer lugar el cuidado y desarrollo de su propia vida y la de los demás”.
Conquistar libertad individual es conquistar tiempo para sí. Constantemente estamos buscando el equilibrio entre el tiempo cuantitativo y el cualitativo, el trabajo remunerado y el disfrute del tiempo individual y social.
Somos cada vez más personas las que deseamos contribuir a un cambio social e individual destinado a una sociedad más democrática, igualitaria y justa. En definitiva: personas humanas que buscan la calidad de vida teniendo en cuenta los valores.

Un saludo a tod@s:

* El triunfo del tiempo (Representaciones culturales de temporalidades sociales) 1997.
* Las desigualdades de las mujeres en el uso del tiempo. 1988.
* Atlas AKAL de la Mujer en el mundo, 2001.
* La conciliación familiar-vida profesional y III Programa de acción comunitario para la igualdad (1991-1995). III Plan de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres de ámbito estatal (1997-2000).

domingo, 21 de marzo de 2010

¿EXISTE UNA LITERATURA DE MUJERES Y OTRA DE HOMBRES?

¿Hay una literatura de mujeres y otra de hombres? Si la ha existido es por la posición hegemónica y androcéntrica del lenguaje. La subordinación cultural de la mujer hizo que existiese literatura femenina. Esta literatura no siempre fue escrita por mujeres sino por varones con clara vocación de educar a éstas en modo de vida subordinado. Actualmente si no hay literatura de mujeres si la hay escrita por mujeres. Es necesario inventar o crear el lenguaje que nos nombre. Un lenguaje igualitario que de momento no viene de la mano de académicos precisamente. La gente en general hace evolucionar el lenguaje utilizándolo y este está siendo el caso. Desde el Arte se puede transgredir e inventar, eso propongo cuando escribo. Jugar con el lenguaje y con las imágenes simbólicas para crear nuevas realidades.
Hay mujeres que escriben y llegan a editar sus obras, a venderlas. Entran en lo que se reconoce como Literatura con mayúscula. Se les estudia, se difunde su obra y recomiendan a lectores. La realidad histórica nos demuestra que existe un techo de cristal, que ha impedido que las escritoras se encuentren en estos puestos visibles. Es un ejemplo los libros de texto anteriores a la Ley de Igualdad. La obligatoriedad en el sistema educativo español de revisar los textos en libros y material escolar dedicados a la enseñanza con perspectiva de género pretende evitar en adelante la discriminación por razones de sexo.
La revisión del lenguaje con perspectiva de género es tarea de mujeres y de hombres. Quienes insistan en un lenguaje androcéntrico y machista quedarán anticuados. La gente cuando habla ya nombra en femenino y en masculino y utilizan palabras generales, neutras que incluyan ambos sexos.